domingo, 11 de mayo de 2014

Relatos Cortos para Amores Tardíos

Mujer, qué divina su perfección, qué torpeza mi cobardía. 

Prefiero amarte  ti, siendo ajena y a escondidas, que enfrentar mi lealtad a ella con falsa estadía. 

Que sin ella duele la vida pero recordándote revivo. 

Quiero amarte, jueves, a las 3:45. Quiero también gritar tu nombre mientras disfrutas el mío. 

Y si amarte me es ajeno cono tú no eres mía, que de olvidarte me ocupe y sea corta la agonía. 

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