Miércoles. Tú, mis letras y el reloj. 17:00 hrs
A veces escribo para pedirte que me dejes, para despedirme de ti, para suplicarte que rompas mi cabeza y abandones mi cuerpo. A veces escribo para recordar que, en el camino, aún no logro olvidarte.
Intento decir adiós mientras te veo aún entre mis manos. Es tanta la urgencia de no nombrarte, de que mi mente calle y tu voz se olvide que recuerdo, entre tantos deseos, la incoherencia que dejó inconclusa nuestra historia.
Intento decir adiós mientras te veo aún entre mis manos. Es tanta la urgencia de no nombrarte, de que mi mente calle y tu voz se olvide que recuerdo, entre tantos deseos, la incoherencia que dejó inconclusa nuestra historia.
Quisiera volverte misterio y dejar de hablar de ti.
Quisiera olvidarte.
Quisiera que tus letras envidiaran mis ojos y dejar de leerte en el café.
Quisiera convertir en agua tus manos para después provocar una sequía con mi cuerpo.
Quisiera que me escucharas por las noches.
Quisiera dejarte volar y después romper mis alas.
Quisiera que mis intenciones fueran buenas.
Quisiera que llamaras al amor por mi nombre.
Quisiera otra cosa que no fueras tú.
Quisiera encontrar el color vainilla que con exactitud viste tus huesos.
Quisiera que pensaras en mí.
Quisiera no recordarte.
Quisiera sentirte tan ajena para no querer marcarme en tu cuerpo.
Quisiera decirte que ya no me importas. Quisiera atreverme a mentir.
Quisiera romper el tiempo y regar la arena entre el mar y el viento.
Quisiera fueras tan ligera para dejarte pasar. Y es que me pesas más a distancia, es que tu ausencia me arde, tu voz quema y me lastima la piel.
Quisiera reinventar tu historia con los pedazos que me sobran, que las heridas no se noten en cada tropiezo que das, que nadie pueda lastimarte y tu recuerdo sea impermeable.
Quisiera que tu despedida fuera eso, y no la huida que emprendes mes con mes, que te mudaras de mi memoria y en mi corazón no cupieras más.
Quisiera que tus oídos recibieran el eco de tu nombre y la distancia fuera más débil que mi voz.
Quisiera volverme pequeñita y abandonar todos tus espacios.
Quisiera que todo fuera deseo y promesa cumplida.
Quisiera que nuestra historia fuera aquella de antes, que las palabras fueran adecuadas contigo. Siempre las adecuadas.
Quisiera romperte toda y descubrir qué parte de ti fue la que me hizo enamorarme.
Quisiera hacer combustión con otro cuerpo, con otro recuerdo, con otro nombre ajeno al tuyo.
Quisiera dejar de verte en el espejo.
Quisiera dejar de pensar en ti porque no existes.
Quisiera borrarte.
Quisiera borrarte.
Quisiera borrarte.