Mujer, dos segundos te bastaron para encender la pirotecnia con tus ojos.
Siendo planeado, seguramente pondría resistencia y no estaría pensando en enamorarte como lo hago ahora con la misma terquedad con la que hubiera apagado el fuego. Hubiera...
Hablando de terquedades, esa cualidad tan tuya junto con la coquetería lograron su cometido. ¿Quién iba a pensar que terminaríamos en la misma cama siendo tan distintas? ¿Quién pensaría que terminaríamos también en la misma casa?
¿Cuántas risas más me esperan contigo? Quiero más amor del que tengo en ti y me encanta esa manera tan nuestra de arder en un abrir y cerrar de bocas, de hacer combustión cuando enredas mis manos en tus piernas. ¡Me hacen sentir pirotecnia justo en el centro del cuerpo!
Amor, pasión y urgencia mía. Me ardes.
¿Me amas?